CientĂficos de la Universidad de Patagonia (Argentina) estudian una molĂ©cula presente en esta especie marina que puede ayudar a combatir el COVID-19.
La vacuna pudo estar ante nuestros ojos todo este tiempo. Y es que ya sospechábamos que no habĂa mal que una botellina de sidra con una docena de oricios, el sueño hĂşmedo de cualquier asturiano, no pudiese remediar. Hoy se confirma.
SegĂşn adelanta ADNSUR, un grupo de cientĂficos argentinos que lleva 15 años estudiando las propiedades antivirales de los oricios, presentaron ante el Ministerior de Ciencia, TecnologĂa e InnovaciĂłn un proyecto para desarrollar una terapia antiviral contra el coronavirus. En palabras del equipo, no se tratarĂa de una vacuna, sino de un medicamento de mejora del sistema inmune para prevenir la afecciĂłn de la enfermedad, a travĂ©s del cual el paciente estarĂa más fuerte y preparado para afronar el virus.
Los biĂłlogos Tamara Rubilar y Dana Cardozo, responsables del equipo investigador, señalan que el proyecto se centra en el empleo de metabolitos secundarios extraĂdos de los huevos de la especie ‘Arbacia Dufresnii‘, un erizo de mar autĂłctono de los golfos patagĂłnicos, que podrĂa tener capacidad de bloquear la proteĂna fundamental del coronavirus. No obstante, parece que muchos asturianos ya estarĂan planeando hacer acopio de varios miles de kilos de oriciu asturiano a modo preventivo, mientras que los organizadores del Festival del Oriciu de Bañugues (GozĂłn) y GĂĽerres (Colunga) normalmente celebrados en marzo, se frotan las manos para prĂłximas ediciones.