Por Denis Soria
La imagen de esta villa es icónica. Cuideiru es una reunión de color y vida encaramada sobre un anfiteatro abarrotado que tiene al mar por escenario. Por él sus vecinos reciben el nombre de pixuatos, en referencia al pexe y por tanto al oficio de pescador, mayoritario hasta hace unas décadas. No es raro, y es que los vecinos de As Figueiras (Castripol) son también conocidos como pixotos.
Ojo, no todos los que viven en Cuideiru ostentan este gentilicio. Los que se dedicaban a otros oficios (al comercio o a la labranza fundamentalmente) eran conocidos como caízos, por ocupar el barrio de La Cai. De hecho tradicionalmente estas dos comunidades se llevaban a matar, estando incluso excluidos estos últimos de participar de ciertas fiestas (y ya no digamos los vaqueiros). Porque ya se sabe, que en pueblu pequeñu, infiernu grande…
Pero mucho se dijo y se dice sobre sus vecinos, especialmente sobre su supuesto origen en los vikingos que asolaron las costas europeas hace un milenio y asentados aquí o acerca de su habla, distinta al resto -supuestamente- y salpicada de palabras de raíces nórdicas. Una leyenda que cobró fuerza en los últimos años seducida por la épica de las novelas y series de televisión. Sin embargo, ¿qué hay de verdad en todo esto? ¿Existe un dialecto pixuatu? Y… ¿Son realmente sus vecinos descendientes de los normandos?
Las crónicas medievales asturleonesas nos hablan ciertamente de hasta cuatro oleadas de estas incursiones de turistas escandinavos por el Reino de los Astures entre los siglos IX y XII. En efecto, en el verano del año 844 fue avistada una flota vikinga en la costa de Gijón/Xixón rumbo a Galicia, donde se entregaron al pillaje. El rey Ramiro I los derrotó a los pies de la Torre de Hércules, destruyéndoles alrededor de 70 naves, aunque los supervivientes continuarían sus correrías por el Al-Ándalus saqueando Lisboa y Sevilla.1 Incluso Oviedo/Uviéu fue asaltada en tiempos de Alfonso III, motivando la construcción de La Torre Vieya de Samiguel, anexa a la Catedral. Aunque en ocasiones los propios monarcas recurrieron a sus servicios, bien para sus luchas intestinas o bien para la guerra contra los musulmanes, como en el caso de Alfonso II contra Hisham I en el 795.2
No obstante, a pesar de contar con indicios de asentamientos temporales en Galicia, el que fuera uno de los territorios peninsulares más castigados por sus ataques, no poseemos ninguna prueba documental ni arqueológica que acredite el improbable establecimiento de grupos de normandos en tierras asturianas.
Sí acaso de celtas britones, refugiados cristianos que huían de la invasión anglosajona de las Islas Británicas en el siglo VI hacia lugares como Armórica (la actual Bretaña francesa), Galicia y Asturias, donde fundarían la Diócesis de Britonia. Aún hoy conservamos topónimos que evidencian su presencia, como El Bretón (La Madalena, Avilés), Bretones (Belonciu, Piloña) o La Playa los Bretones (Vidiago, Llanes).
Aún con todo, resulta muy aventurado afirmar que fueran estos britones o vikingos los fundadores de Cuideiru. ¿Y qué hay de su legado en el dialecto local? Quizás pueda desilusionar a más de uno, y es que el habla pixuata no es ninguna particularidad, sino que resulta idéntica al asturiano hablado en Pravia o en Grau. Es decir, que no existe ningún dialecto pixuatu.
Más allá de la jerga relacionada con la mar y la pesca, el habla de los pixuatos y de sus vecinos se caracteriza por el fuerte cerramiento vocálico (fonti/fontis, gatu/gatus), la apertura de la tónica en la diptongación de /ǒ/ y /ĕ/ latinos (pueblu-puablu, bien-bian) o el empleo de los diptongos /éi, ou/ (veiga, marineiru, outru…). En la misma web del Conceyu se pueden consultar varias algunas palabras comunes entre los lugareños, algunas realmente curiosas.
Asturiano Tipo A | Asturiano central | Castellano std |
Bulichi | Boliche | Boliche (red, aparejo) |
Castiallu | Castiellu | Castillo |
Chama | Chama | Palo que se coloca en el carel de una embarcación donde se pone el estrobo para fijar el remo]. |
Chicoti | Chicote | Chicote (extremo, remate o punta de cuerda, o pedazo pequeño separado de ella.) |
Fuau | Fueu | Fuego |
Gaxarti | Gaxarte | Gancho, garfio |
Guai | Güei | Güei |
Guavada | Güevada | Hueva |
Guayu | Güeyu | Ojo |
Güichi | Güinche | Guinche (grúa o torno para subir cajas o material) |
Llubricante | Brugre, llocántanu | Bogavante |
Lleichi | Lleche | Leche |
Quiquirimandi | Cascoxu | Caracol |
Zurria | Orbayu, orpín, muga, zurria | Llovizna |
L’Amuravela
Pero si realmente queréis oír una buena muestra del asturleonés del bajo Nalón podéis acercaros el día de San Pedro (29 de junio) a la multitudinaria fiesta de L’Amuravela, declarada Bien de Interés Turístico Nacional en 1979, un sermón laico cargado de rima y suspicacia que resume lo acontecido en el año.
Desde hace más de 30 años el encargado de recitarlo es el escritor Cesáreo Marqués, aunque fueron célebres otros narradores como Xuacu Gaitanu o Xuan de la Cuca. Parece ser que debido al escozor de las palabras de este último el párroco decidió prohibir la fiesta hacia 1900, no recuperándose hasta 1946.
Dichos versos empiezan así:
Nel nomi de Xuasús
ya la Virxi Soberana,
vou ichar l’Amuravela
comu San Pedru asperaba.
A lo que, tras recitar el sermón, concluye con un saludo al santo en el código náutico:
Mientras Cuideiru viva
ya duri la Fonti’l Cantu,
vei San Pedru a la Ribera
con toudus lus demás Santus.¡Amura vela!
¡Isa vela!
¡Fuau a babor!
¡Fuau a estribor!¡Viva Pedru!
¿Y de dónde viene esta tradición? No se sabe a ciencia cierta, pero se dice que el origen del sermón está vinculado al regreso de los marineros que participaron en la conquista de La Florida enrolados en la nave «El Espíritu Santo», hace más de 400 años.
Ahí es nada…
Referencias:
- Carlos Sánchez, J., 2012, “Los ataques vikingos y su influencia en la Galicia de los siglos IX-XI”. Anuario Brigantino: 5. URL: http://anuariobrigantino.betanzos.net/Ab2010PDF/2010%20057_086%20VIKINGOS%20EN%20GALICIA.pdf
- Chao, R., 2015, “Los ataques vikingos al reino asturleonés”. Corazón de León. URL: http://corazonleon.blogspot.com.es/2015/09/los-ataques-vikingos-al-reino.html